La presión del régimen comunista contra la iglesia aumentaba y también P. Metodij como superior de los redentoristas greco-católicos, sentía los efectos. Fue abolido el jovenado de Michalovce y supresa una revista muy popular. Fue disuelta la misma viceprovincia, por lo que los redentoristas greco-católicos debieron pasa bajo la viceprovincia de los redentoristas de rito latino. P. Trčka fue de nuevo obligado a irse de Michalovce. Por morada elige el convento de Sabinov, donde continuaba a guiar secretamente a los miembros de la viceprovincia. Visito a los estudiantes en Obořište y a los novicios en Červenka. " No estaba angustiado, sino lleno de fe viva." Exhortaba los cohermanos asegurándoles que sus "sufrimientos no serán inútiles, porque Dios permite, pero no abandona," Esta situación duro hasta la Noche bárbara, fue entre el 13 y el 14 de abril de 1950.

El jueves de pascua 13 de abril, cerca de las once de la noche, se oyó un estruendo muy fuerte en la puerta del convento. Cuando el hermano Nikifor abrió la puerta de la casa, ve delante de él los delegado venidos a suprimir la comunidad de los redentoristas de Sabinov. P. Jan Ďurkaň y efren Kozelsky fueron llevados a Prešov y Trčka y el hermano Nikifor a Podoline. El delegado de estado después de la ocupación del convento envió las noticias a los oficiales: "..en los documentos he encontrado material que le compromete, una carta del P. Mastiliak de 1937, en la cual Roma agradece por las buenas noticias que venían de la Eslovaquia oriental. Carta dirigida a P. Trčka. Además hemos encontrado el pasaporte del P. Trčka. Estas cartas junto con otros materiales han sido retirados por la policía de estado. La intención de P. Metodij Trčka acerca de su viaje al exterior están confirmados también en esta circunstancia, hasta un día antes ha buscado astutamente un nueva legalidad, probablemente bajo otro nombre por que ha estado en el barbero de Sabinov al que le ha dicho que se debía cortar la barba."

        Es por este "material a cargo", encontrado en el convento, una simple carta de un cohermano y la historia inventado del tentativo de fuga al exterior con un pasaporte falso, P. Metodij fue condenado a 12 anos de sufrimientos en las cárceles. Recibe esta cruz con esperanza y confianza en Dios, que da la cruz pero también la fuerza de soportarla.