. La crueldad de ciertos guardias.                      

        Cuando tenia descontada la mitad de la pena, podía pedir la libertad bajo condición. Pero de esto aposta abusaban los guardias de la prisión, con el fin -después de haber suscitado en el prisionero la esperanza de libertad- de que la respuesta negativa le produjese mayor depresión y dano síquico. En tal situación se encontró el P. Metodij. Agustín Krajèik, companero suyo de prisión recuerda: "... Ahora peor fue tratado otro companero mío de la prisión de Mirov, Dominik Trèka, también el sacerdote católico y religioso. Era ya anciano y enfermo. No tenia fuerza para trabajar. También el observaba con escrúpulo todas las reglas de la cárcel. Cuando llego la hora de descontar la mitad de la pena, pidió la reducción , los guardianes de la cárcel le decían que seguramente seria liberado. Los creía, porque todo parecía lo más humano y razonable. ? Por que tener en la cárcel a un viejo? Para trabajar no tenia fuerza, y ni siquiera ganaba para si mismo. Para la dirección de la cárcel era solo un peso. La cosa mejor hubiese sido dejarlo salir de la cárcel. Sobre todo si tenemos en cuenta que había descontado ya seis anos en una situación problemática. Después de tantos anos, como prisionero anciano, hizo buena compra: Un traje decente, buenas mantas, buenas escudillas para la comida, zapatos decentes etc. Los amigos le pidieron de intercambiarle todas estas cosas. Lo hizo con toda voluntad. Era convencido que no le serian útiles. Y en cambio ?Qué cosa sucedió? No fue liberado. Esta desilusión lo abate tanto , que por dos semanas no se puede ni hablar con el. Evito toda companía, se cerro en si mismo, y no se fió de ninguno".
        El 22 de abril de 1958 P.Metodij fue trasferido de Mirov a Leopoldov, que fue la ultima etapa de su peregrinación terrena. En la cárcel reservada a los curas vivían 18 sacerdotes, de los cuales 5 eran ancianos y enfermos, que no iban a trabajar: entre estos el prisionero de Numero 4898/E-1.- P. Metodij Dominik Trèka de sus cartas a la familia se deduce que en Leopolv estaba mejor que en Mirov, y que también su salud era mejorada bastante, tanto que en julio escribirá a la sobrina: "!Gracias a Dios que he llegado sano a 73 anos! Debo ahora descontar 5 anos . Si Dios lo permite, sobrevivo, sobrevivo también a esto..." . Del mismo espíritu es también la carta de agosto, por lo que parece que a pesar de la edad, estaba en buen estado de salud. Escribía: " Aquí estoy un poco mejor. No estoy tan enfermo para tener que estar en la cama, pero la vejez es vejez. Gracias a Dios también por esto: hay siempre alguna cosa que no va bien, pero esta es la vida."

 

        Antes de Navidad de 1958 P. Metodij escribía a la sobrina: "! Queridos ! Lentamente se acerca Navidad, pienso en vosotros y en toda la familia, Dios os conceda vivir en paz y armonía, os lo deseo con todo el corazón y os recuerdo a vosotros en especial. Recuerdo que la Navidad pasada era diferente. El tiempo aquí es más clemente que en Mirov, Hasta ahora no han venido vientos fuertes. Con la salud no estoy mal,!solo los vértigos! Pero !Qué cosa se puede hacer! También para este nuevo ano os deseo felicidad, bendición y buena salud. Me hacéis tanto bien con el dinero, con el cual me ayudáis mucho, por esto de corazón !Dios os bendiga! No me olvido de vosotros: Para terminar mi felicitación de Navidad, un saludo cordial a toda la familia, sobre todo a vosotros dos. Vuestro tío Dominik."

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