Después de la restauración de la iglesia greco-católica en el 1968, los redentoristas pudieron pedir el traslado de los restos mortales de P. Trčka del cementerio de la prisión de Leopoldov a Michalovce, la exhumación de los restos ha sido avenida el 16 de octubre de 1969.

        La tumba fue identificada por la familia y de las monjas SSNPM de Sladečkvce. Los testimonios de la exhumación, que han conocido al P. Trčka en Michalovce, han reconocido sus restos por un diente de oro, que brillaba con cada sonrisa del beato P. Metodij Dominik Trčka. El funeral fue celebrado el 17 de octubre de 1969 en Topol'any cerca de Michalovoce, y a pesar de que no se ha podido organizar bien, participaron muchos fieles y sacerdotes para saludar a este famoso misionero, que por Cristo y por la iglesia había sufrido el martirio.

Sus restos se encuentran ahora en la tumba de los redentoristas en el cementerio de Michalovce. En el 1969 sus cohermanos redentoristas han pedido de rehabilitarlo, pero sin éxito, al menos hasta el final del 1990: después de la caída del régimen comunista. P. Metodij Dominik Trčka fue rehabilitado del tribunal regional de Kosice, con esto fue oficialmente reconocida la culpa del estado por su encarcelación injusta, por su condena y por su muerte.

        Cuando entre los prisioneros se hablaba de injusticia y crueldad en las cárceles y por parte de los guardias, muchas veces se hablaba del martirio de P. Metodij. Los detalles de su muerte fueron Transmitidos oralmente de celda en celda, de cárcel en cárcel. El verbita Vojtech Kovačik recuerda: "Tantas veces he sentido este nombre en Valdice, y con gran estima lo recordaban los prisioneros, que fueron trasladados de Leopoldov a Valdice." El jesuita Alojz litva, companero de prisión en Podolinec, lo ha sabido de los que estaban en Leopoldov en el tiempo de la muerte de P. Metodij, que fuese muerto por culpa de la celda de rigor, donde se había fuertemente resfriado y en la cual había sido llevado solo por que había cantado en baja voz una cancion navidena. Durante le comunismo su tumba, a pesar de encontrarse el cementerio publico, no puede visitarse en masa, porque esto hubiera inducido la sospecha de los oficiales y la policía secreta del estado, que lo habrían considerado como una reunión ilegal e antiestatal de ciudadanos. Pero la viva memoria de él entre las filas de prisioneros, del clero y de los fieles no ha venido nunca a menos. Cuando se hablaba o se escribía de el, o también cuando era senalado como ejemplo de sacerdote, misionero, sea en el pasado que en el presente, esto era siempre en conexión con su martirio. Esto confirma también el testimonio del doctor Anton Neuwirth: "Cuando hablaba de él, tenia siempre la convicción de su muerte como mártir. Otro que ser sacerdote,lo que ha hecho en cierto sentido crecer el culto, es que cantando una canción religiosa, y -lo repito- a causa de esto fue castigado de manera inadecuada, por ser demasiado rígida, esta fue la causa directa de su muerte. Según yo pienso, esta es la cosa más importante y esto diremos es el signo de su martirio.... Según pienso yo, el es uno de los mas simbólicos "mártires blancos" de la dictadura en Checoslovaquia."
        Jan Ďurkaň ha comparado al P. Metodij Dominik Trčka y su cohermano Mikulaš Stanislav Nekula, los primeros redentoristas de la provincia de Praga a recibir el rito greco-católico, a Cirillo y a Metodijio, que ha llevado a los Eslavos en la grande Moravia, la fe en el Dios viviente y Trino. "Este es nuestro precioso jubileo, que hace 50 anos han venido ha nosotros dos grandes estrellas del occidente: Metodij e Nicola, que de su gran trabajo y sus eróticos sacrificios, han hecho germinar en nosotros la renovación de nuestra diocesi se han agregado otros celantes en oracion por Dios y por las almas, que han llenado de misiones, triduos y otras formas de apostolado en nuestra diócesis, cosa que sea los superiores que nuestros fieles han mirado con gran estupor los frutos de sus misiones: y fueron amados como nuestros antecesores s. Cirillo y Metodijio, vistos como ángeles venidos del cielo." El aporto del P. Metodij para el crecimiento de los greco-católicos en Eslovaquia fue grande. También su celo por la casa de Dios y su forma de ser fiel a la Iglesia católica y a la tradición de Cirillo y Metodijio fue fuerte. Su fe fue tan fuerte que tuvo que pagarla con la propia vida sirviendo a Dios y a su Iglesia, y buscando solo su gloria y la salvación de las almas.