De Obořiště el 17 de julio de 1911 fue trasferido a Praga donde comenzó, bajo la guía del P. Fratišek Polepil, el segundo noviciado, que termino el 3 de enero de 1912. Los superiores en su relación enviada a Roma, lo alabaron sobre todo por su diligencia, anadiendo que seria un buen misionero. Padre Polepil escribe: "Nuestros padres, II-ae probationis, son muy bravos. Padre Nekula trabaja bien, solo que declama un poco con prisa, con el tiempo seguramente realentara. Padre Trčka preparando la predica, quiere ser original. No siempre lo consigue, pero acepta las criticas. En cuanto a la proclamación, lo hace bien, afablemente." Después de haber terminado el segundo ano de noviciado, padre Vaclv Nekula fue trasferido a Bilsko, donde se convierte en "socius"de los novicios, y el padre Dominik Trčka fue destinado por los superiores a permanecer en el colegio de Praga como misionero.
        En el mes de diciembre, P. Trčka supo que debería partir de Praga a Svata Hora. Como testimonia la crónica del estudiantado de Obořiště, P. Trčka no esta mucho tiempo en Svata Hora, porque ya el 25 de julio de 1913 había estado a saludar, antes de partir para Plzeň, los estudiantes de Obořiště, el 28 de julio parte hacia el nuevo campo de apostolado. No se sabe cual ministerio ha desempenado en Plzeň, pero en julio de 1914, el visitador, escribiendo de él afirmo que había cumplido con diligencia y con esmero todos los trabajos.

        En diciembre de 1914 fue transferido a Svata Hora, donde trabajo como misionero. Cuando el P. Sorko a causa de su mala salud debía dejar el trabajo entre los emigrantes Croatos, P. Trčka rápidamente se muestra disponible a asumir un encargo tan delicado. Así inicio la actividad de guiá espiritual entre los Croatos que se convirtieron "en sus abandonados" y que sirvió en el ministerio de la caridad, mostrándose imagen del amoroso Padre Celeste. Se entrego con todas sus energías en la transmisión de la fe, sobre todo con la catequesis y la celebración de la santa liturgia, celebrada para los Croatos, Eslovenios y Rutenios, sea para los fugitivos como para los soldados del hospital de Přibran. Parecía, que donde ocurría alguna cosa entre los eslavos, estuviese presente también el celoso P. Trčka.